No es el mejor coche que tiene ni de lejos, pero a Cristiano Ronaldo siempre le gusta dar la nota. Lo hace tanto dentro como fuera de los terrenos de juego, así que no debería extrañarnos lo que sucedió esta semana en la Ciudad Deportiva del Real Madrid en Valdebebas.

Nada ejemplar

La estrella del equipo blanco salió con su nuevo Porsche a toda velocidad. Sorteó uno de los badenes que han en la carretera justo después de salir del parking. Tal vez lo hizo para evitar lo que le sucedió a Álvaro Arbeloa, que reventó uno de los neumáticos de su coche. Sin embargo, nada justifica su conducción temeraria.

Es una zona por la que hay que circular a baja velocidad y con los ojos bien abiertos. No solo por los coches de los compañeros, sino por los aficionados que suelen acudir a la salida del parking para saludar a los jugadores y pedirles una foto. Ese día, queda claro que CR7 no se detuvo.