Es un vídeo que está arrasando en Internet por razones obvias. No todos los días nos enteramos de que ocurren cosas tan increíbles como la que sucedió en un coche de camino a un hospital de Houston, Estados Unidos.
Sin margen de reacción
La mujer aguantaba como podía, pero se daba cuenta de que no iba a llegar al hospital. Las contracciones eran cada vez más fuertes y el bebé no estaba dispuesto a esperar tanto. ¿Qué sucedió? Pues que la madre naturaleza les regaló un parto muy espontáneo e improvisado. La mujer se bajó los pantalones e hizo fuerza. Fueron unos segundos de esfuerzo que merecieron la pena.
Como podrás comprobar a continuación, la madre se apresura por darle algunos golpes al bebé para que llore, aunque éste ya lo hace desde que abandona su cuerpo para respirar vida por su propia cuenta.