Rita Barberá ha muerto a sus 68 años de edad en un hotel de Madrid sin que los facultativos del Summa pudieran salvar su vida tras 30 minutos de maniobras de reanimación. La exalcaldesa de Valencia acababa de sufrir un infarto que ha acabado con su vida y con todos los problemas que le han perseguido desde que se han ido destapando todas las tramas de corrupción en la Comunidad Valenciana.
En el peor momento de su vida
Los servicios de emergencia han recibido una llamada procedente del hotel Villa Real a las 7 de la mañana. El martes ya se encontraba mal, y esta mañana ha fallecido. Demasiados nervios y demasiados medicamentos contra la depresión. No hay que olvidar que el pasado lunes declaró ante el Tribunal Supremo por un presunto blanqueo de capitales.
Reconoció haber entregado 1.000 euros a su partido en concepto de donación, pero dijo que no se los habían reembolsado en dos billetes de 500 como se está diciendo. Por ese escándalo, y por otros, el Partido Popular le instó a darse de baja, lo que no le impidió aferrarse a su acta de senadora para mantener su aforamiento ante el Supremo.
Minuto de silencio
Esta mañana se ha llevado a cabo un minuto de silencio en el Congreso por la muerte de Rita Barberá. Los diputados de Unidos Podemos y algunos del grupo mixto lo han abandonado para no rendir un homenaje a una persona que ha defraudado a mucha gente en el ámbito político.
Mensajes en Twitter
Pablo Iglesias ha justificado esta acción:
Lamentamos la muerte de Barberá pero no podemos participar en un homenaje político a alguien cuya trayectoria está marcada por la corrupción.
Lo mismo ha hecho Íñigo Errejón:
Respeto y condolencias en el ámbito privado, pero no participamos en el homenaje político póstumo, en sede parlamentaria, a Rita Barberá.
Nada que ver con lo que ha dicho el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy:
Rita Barberá lo dio todo por Valencia y por el Partido Popular. Mi sentido pésame a su familia. Descanse en paz. MR.