Tirburón martillo sorprendiendo a unos bañistas

Menudo susto se llevaron dos bañistas que estaban disfrutando de la playa ajenos a lo que se les venía. Un tiburón martillo que se había acercado mucho a la orilla estaba a escasos metros de ellos, pero lo más increíble de todo es que no se daban cuenta. ¿Qué crees que pasó al final?

Coreografía con un pitbull

Los perros son animales de compañía muy fieles que te pueden acompañar en cualquier momento. De hecho, pueden convertirse en tu mejor compañero de baile, y da igual lo sumisa que sea la raza de perro porque hasta un pitbull es capaz de moverse a las mil maravillas junto a su dueña. No te pierdas el siguiente vídeo.

Vas en kayak tan tranquilo cuando de repente…

Sean asesinas o no, lo que está claro es que toparte con un grupo de orcas cuando vas en kayak no debe ser el mejor plan para el fin de semana. Es lo que le pasó al protagonista del siguiente vídeo, que lo grabó todo mientras rezaba para no convertirse en el aparetivo de estas bestias marinas.

Un hombre con Alzheimer solo habla cuando ve al perro de la familia

Es algo difícil de creer, una historia conmovedora. El hombre que aparece en el siguiente vídeo tiene Alzheimer y no habla con sus hijos, pero cuando está con el perro de la familia recobra la capacidad de hablar y le dedica unas cariñosas palabras.

Con todo esto los creadores de este vídeo han lanzado un mensaje que es bueno captar: «Si tus padres pueden hablar contigo, por favor, escúchalos. Nunca sabes cuándo será la última vez».

Erizo en apuros por culpa de un recipiente de plástico

erizo
Bueno, la culpa en sí no la tiene el recipiente de plástico. La culpa la tiene el cerdo que lo lanzó al suelo. El pobre erizo se quedó con la cabeza metida dentro y no sabía cómo quitárselo de encima. Menos mal que al final alguien le vio y pudo respirar tranquilo.

Pez que disfruta jugando con una persona

pez
Lo más normal sería que el pez que protagoniza el siguiente vídeo se fuera hasta la otra punta al ver las manos de una persona que quiere tocarlo. Nos guste o no, no les gusta relacionarse con nosotros.

Sin embargo, y por increíble que parezca, el que verás a continuación está encantado de la vida. Se deja acariciar, e incluso no le importa salir a la superficie para después ser lanzado al agua. Raro es, desde luego.