El Ford Mustang ha llegado a Europa con ganas de quedarse. Casi 50 años después ha desembarcado en el viejo continente con ganas de ser un muscle car muy vendido. Vender más o menos unidades depende de su estética, de los motores ofertados y del precio de venta, pero también de campañas de publicidad tan buenas como las que han preparado.

Un spot para disfrutar palomitas en mano

El mejor anuncio es el que se puede ver en las salas de cine. Ford Motor Company se ha ido a Roma, París, Londres, Berlín y El Vaticano para decirnos que «la carretera espera». ¿Qué es lo que espera? La llegada del nuevo Mustang, que para la ocasión ha teñido su carrocería de color rojo y nos ha permitido disfrutar el rugido de su motor.

La música que han elegido es muy apropiada y la sensación que tiene uno de subirse al Mustang es increíble. Visto en una pantalla enorme con un sonido de cine (y nunca mejor dicho), a cualquiera le dan ganas de conducirlo.