La mujer que vais a ver a continuación se lo estaba pasando genial en un concierto de metal. Claro que el alcohol y las vueltas que le dio a su cabeza le jugaron una mala pasada. Se cayó al suelo como un saco de patatas y ningún integrante del grupo se interesó por su estado físico. Supongo que pensarían que así eran más brutales.