Los comentaristas, el público y los árbitros alucinaron con la recepción de un jugador de fútbol australiano. Vio muy claro que podía apoyarse en su rival y no se lo pensó dos veces antes de saltar por encima de sus hombros. ¡Increíble!
Los comentaristas, el público y los árbitros alucinaron con la recepción de un jugador de fútbol australiano. Vio muy claro que podía apoyarse en su rival y no se lo pensó dos veces antes de saltar por encima de sus hombros. ¡Increíble!