Danielle Clauson es hoy noticia por haber logrado una de las canastas más pícaras que se recuerdan en el mundo del baloncesto. Su equipo, la Universidad de Concordia, empataba 61-61 y sólo quedaban 0,7 segundos por disputarse. Tenía que sacar de fondo y buscaba compañeras con las que aliarse. Sin embargo, finalmente decidió recurrir al «yo me lo guiso yo me lo como» para dar la victoria a su equipo, el cual se ha clasificado para la fase final del NAIA National Tournament.