Los lobos no son tan fieros como los pintan, también tienen su lado tierno. De lo contrario sería imposible explicar cómo uno de ellos es capaz de adoptar a un dulce gatito.
Los lobos no son tan fieros como los pintan, también tienen su lado tierno. De lo contrario sería imposible explicar cómo uno de ellos es capaz de adoptar a un dulce gatito.