Cuando hace mucho frío, hasta una pompa de jabón se puede llegar a congelar. Luego, por extraño que parezca, cuesta mucho destruirla, se hace más resistente a cualquier toque.
Cuando hace mucho frío, hasta una pompa de jabón se puede llegar a congelar. Luego, por extraño que parezca, cuesta mucho destruirla, se hace más resistente a cualquier toque.