Ocurrió en la estación de Perth, donde un hombre tuvo la mala suerte de quedarse con la pierna atrapada en el tren. No podía moverse, pero rápidamente le ayudaron y no tardó en librarse de una situación angustiosa. Fue gracias a la ayuda de la gente que estaba allí en ese momento. Empujaron el tren para que su pierna se desatascara y el suceso no pasó de anécdota.