La marcha minera llegó ayer a Madrid. Como era de esperar, hubo cargas, disturbios y fuego en una noche muy complicada para la policía. El saldo que dejó fue el de al menos nueve detenidos y cinco heridos.
Me quito el sombrero ante todos ellos, ojalá el resto hagamos lo mismo ahora para salir a la calle y protestar contra los recortes que han dejado nuestra calidad de vida por los suelos. Yo voy a ser uno más gritando contra políticos y banqueros.