Mientras los políticos viven rodeados de lujos, miles de jóvenes españoles se ven obligados a hacer la maleta para ganarse la vida en otro país. Muy a su pesar se despegan de sus seres más queridos porque en España no hay futuro para ellos. Puedes aceptar vivir sin trabajo, trabajar en condiciones precarias o tomar la difícil decisión de marcharte. No queda otra.
¿Hasta cuándo tendremos que creernos eso de que son tiempos difíciles? ¿Acaso volverá a haber trabajo para todos? Con tanta corrupción es difícil levantar cabeza y es triste que la mejor opción sea emigrar.